DORSAL SOLIDARIO

La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFABUR) comenzó su andadura en 1994 tras ver la necesidad de constituir una asociación para paliar, en lo posible, los efectos que la enfermedad conlleva tanto a los enfermos como a los familiares.

Los objetivos de AFABUR están dirigidos tanto a las familias, a los pacientes como a la sociedad en general.

A las familias se las ofrece información, orientación y asesoramiento sobre la enfermedad (síntomas, evolución, cuidados en la atención al enfermo…), información de recursos y prestaciones sociales existentes para los enfermos y/o familiares (estancias diurnas, residencias, minusvalía, dependencia…), las posibilidades de ayuda en el domicilio, consejos de tipo legal (incapacitación, tutela); además de ofrecer apoyo moral y psicológico, proporcionar tiempo de respiro, promover grupos de autoayuda y cursos para familias, aliviando así el síndrome del cuidador.

Con respecto al paciente, se le estimula para que hablen de sus sentimientos, le garantizan cariño (ya que los enfermos conservan la memoria afectiva al ser la última que se pierde), potencian las actividades básicas diarias como el cuidado personal, aseo, vestido, etc…

Se intenta ralentizar el proceso de deterioro de la enfermedad mediante la aplicación de técnicas de psicoterapia y fisioterapéuticas.

Se fomenta el ejercicio físico, beneficioso para el cuerpo y la mente.

Es conveniente estimular la creación de grupos de auto-ayuda, que permitan el contacto con otros familiares y así puedan compartir experiencias personales, recibir formación e información útil y práctica.

A la vez es positivo organizar cursos para familiares y/o cuidadores en los que se expliquen los avances que se vayan produciendo y las técnicas para cuidar mejor de estas personas con demencia.

Se deben cuidar al máximo los cambios en el ambiente familiar, evitando situaciones inhabituales.

Desde la sociedad se puede fomentar la investigación fundamental y clínica de la enfermedad de Alzheimer.

Hay que conseguir que las administraciones, las organizaciones filantrópicas, los medios de comunicación y la sociedad en general tengan conciencia de las cargas que las familias de los pacientes con una demencia deben soportar y con su apoyo se multipliquen los centros o residencias para estas personas.